De esta época es quizá la joya arquitectónica redescubierta por los técnicos de la Diputación, el artesonado mudéjar de lazo y piñas de mocárabes. Una gran parte de éste había estado escondido bajo falsos techos de escayola durante años, principalmente posiblemente porque al rebajar la altura las habitaciones eran más cálidas. Su rescate supondrá que cuente con el artesonado mudéjar más grande de España.
Ampliación En 1777 se completaría el cuarto lado del patio formando un claustro cuadrado pero imponiendo una nueva impronta ya que la galería tendría arcos de medio punto. Esta fusión de estilos permanecería hasta que en 1977 se les añaden quince arcos de medio punto. Con este proyecto se devolverá la imagen primitiva.
La capilla será la encargada de estrenar las obras de restauración con la puesta a punto de su bóveda. Su presencia en este conjunto llegó en 1876 por iniciativa privada y en 1887 se ampliaría en un nuevo edificio de cuatro naves entorno a un claustro de dos plantas , con arcos de medio punto sobre columnas toscanas que formaron el hospicio.
A lo largo de los años y para adecuarlo al uso de hospital se realizaron sobre todo en la zona alta construcciones como un gran cajón para dormitorio de las hermanas, habitaciones que se van a eliminar para dejar este espacio tal y como estaba además de solucionar un problema estructural ya que no se contaba con ese peso añadido.
La pretensión principal de la restauración pasa por mantener la imagen inicial de cada una de las zonas construidas
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